La coherencia emocional en nuestras vidas

Cuando las cosas no llegan, debes preguntarte ¿qué supone en tu vida que lleguen esas cosas que quieres? ¿Qué cosas vas a tener que dejar de hacer que para ti son esenciales?

Pongamos por ejemplo el dinero. Siempre viene bien tener más dinero, y lo pedimos, pero entonces debemos trabajar más horas, así que debemos restarnos tiempo libre, y no queremos perder eso. O debemos esforzarnos más, pero al mismo tiempo no queremos hacer más de lo que ya estamos haciendo. Encontramos una incoherencia, por lo que ese dinero no llega.

También podemos poner como ejemplo el tener hijos. Hay personas que quieren ser padre o madre pero a la vez quieren tiempo para ellos mismos. Les cuesta tener hijos porque ellos mismos están capando su biología ante lo que sienten esencial como es su tiempo. Cuando dejan de tener como prioridad esa libertad y es más fuerte el deseo de tener un hijo, entonces llega.

Todos tenemos ambiciones, pero debemos ser conscientes de que en algunos casos, esos deseos que tenemos no llegan porque en realidad perderíamos lo que más amamos en ese momento.

Te invito a que sigas esta fórmula en tu vida. Yo la llamo la fórmula de la coherencia emocional. Te sirve para elegir caminos.
Imagínate que tienes tres caballos. Uno de ellos se llama “LO QUE SIENTES”, otro “LO QUE PIENSAS” y otro “LO QUE HACES”. Cuando uno sólo de esos caballos cambia de camino, ¡tú caes! Se llama INCOHERENCIA. Por eso cuando sientes, piensas y haces las cosas en la misma dirección, se abren puertas. ¡Y se abren porque estás en coherencia!

Un ejemplo: Tenía una amiga que no vivía con sus padres. Ella decía que controlaban su vida a pesar de no vivir juntos. ¡Esta persona recibía dinero de sus padres! No encontraba trabajo… ¿Cómo va a encontrar trabajo alguien que recibe dinero de alguien que no soporta? ¿Cómo va a encontrar la estabilidad económica si está en total incoherencia?

A veces ser coherentes es dejar de hacer cosas que no queremos hacer, aunque nos cuesta dejar de hacerlas, pero no lo vemos.

En la vida actúa en coherencia SIEMPRE. Es el único requisito que nos pide.