Para la gran mayoría de nosotros, el fin de un año y el comienzo del siguiente suponen dos tareas:
* hacer el balance de lo vivido en el año que se va
* establecer unos objetivos para los futuros 12 meses
Con lo acontecido estos últimos años, a algunos se nos hace difícil la tarea de marcarnos metas a futuro.
Lo impensable, lo impredecible nos dio de lleno en la cara y ahora sabemos que la vida puede cambiar de un minuto a otro.
A ver, esto siempre ha sido así. Los equivocados éramos nosotros. Nada cambió. La vida siempre ha sido impredecible para todos y cada uno de los seres.
Fuimos nosotros los que nos montamos una peli en la que planeábamos cada paso y vivíamos con una falsa sensación de control que esta pandemia borró de un plumazo.
Pero, ¿por eso vamos a dejar de hacer planes? ¡De ninguna manera! Los planes implican ilusiones y eso, además de bonito, es casi vital como para dejarlo de lado.
Ahora debemos planear aceptando que hay un ingrediente que se nos mete en la receta, nos guste o no: una pizca de incertidumbre.
Hoy te invito a que agregues otro ingrediente a la receta.
LA ESPERANZA
La esperanza es una habilidad que se puede aprender y aprovechar para establecer tus propios objetivos porque la ciencia demuestra que las personas con esperanza son más resistentes a la hora de establecer y alcanzar objetivos.
La vida está llena de interrupciones, algunas de ellas son positivas y otras negativas, a veces hasta devastadoras.
Imagina que planeas viajar 6 meses por el mundo con tu pareja y descubrís que estáis embarazados. Muy probablemente, este sea un ejemplo de una interrupción positiva de los planes.
Imagina lo mismo, planeas un viaje de 6 meses con tu pareja y los aeropuertos del mundo se cierran por una pandemia. Un ejemplo real como la vida misma de una interrupción negativa de los planes.
El motor para hacer planes, aún a sabiendas de que las sorpresas existen, es la esperanza. Así que ¿cómo desarrollamos realmente la esperanza y cómo la aplicamos en la práctica?
Uno de los procesos clave para desarrollar la esperanza es, cuando nos enfrentamos a una situación con la que no estamos contentos o que nos hace daño, entender que no podemos cambiar la situación, pero sí podemos cambiar nuestra forma de reaccionar ante ella. Esta es la clave para iniciar el camino hacia una vida más feliz.
La esperanza es algo más que un estado de ánimo optimista: es una visión proactiva y orientada a la acción.
Perseguir la esperanza en tiempos difíciles puede abrirnos a sorpresas significativas y a percepciones que mantienen nuestra mente abierta y nuestro estado de ánimo boyante.
Cuando la esperanza forma parte del proceso de fijación de objetivos, ayuda a mantenernos en la senda para alcanzarlos, incluso en tiempos de grandes desafíos.
Cuando tienes esperanza en el futuro, estableces objetivos que te ayuden a conseguir ese futuro, identificas caminos que te permitan planificar estratégicamente cómo alcanzar ese objetivo y mantienes la fuerza de voluntad mental para seguir esos caminos.
La esperanza no es lo mismo que el deseo
La esperanza requiere que una persona no se limite a desear que ocurran cosas buenas, sino que asuma la responsabilidad y actúe.
Las personas optimistas ven el vaso medio lleno, pero las personas esperanzadas se preguntan cómo pueden llenar el vaso
La esperanza es la creencia de que el futuro será mejor que el presente, junto con la creencia de que se tiene el poder de conseguir que esto sea así.
Para conquistar la esperanza es necesaria una visión optimista del futuro y, además, un espíritu emprendedor y un plan sobre cómo actuar para lograr ese futuro mejor.
7 buenas prácticas para convertirte en una persona esperanzada
Para fomentar la esperanza e incluirla en tus objetivos para 2022, te recomiendo:
• Sueña despierto de forma deliberada. Imagina el resultado final y cómo vas a llegar a él. Cuando imaginas los detalles concretos, la esperanza te ayuda a trazar el rumbo.
• Actúa. La acción es el primer paso para crear y desarrollar la esperanza. Cuando te enfrentes a una situación, empieza por analizar el problema y anotar los pasos que puedes dar para ayudar, cambiar o salir de la situación. Esto te ayudará a dejar de pensar en lo negativo y pasar a un marco mental más positivo y proactivo.
• El conocimiento es poder. Y una herramienta muy poderosa para ayudarte a avanzar, cuanto más sepas sobre una situación y las diferentes perspectivas, más fácil te resultará dar los siguientes pasos con una mentalidad positiva
• Rodéate de gente esperanzada. La esperanza es contagiosa. Si compartes tus objetivos con personas esperanzadas y proactivas, cosecharás buen ánimo.
• Fija tu mirada en un objetivo sencillo. Empieza por limitar el alcance de tu objetivo a tres semanas o menos. Establecer objetivos a largo plazo puede hacer que parezcan inalcanzables -y por tanto olvidables- si no se combinan con objetivos factibles a corto plazo.
• Confía en tu intuición. Tu instinto reacciona antes de que tu cerebro tenga la oportunidad de absorber y digerir la situación. Su reacción suele ser la correcta, ya que no se basa en el miedo o la felicidad, sino que simplemente responde a la situación.
• Piensa en 3 cosas que hayan tenido un impacto positivo. Escríbelas y reflexiona sobre ellas, esto ayuda a desarrollar tu mentalidad hacia la esperanza y la felicidad. Esta práctica te recomiendo realizarla con frecuencia, así se te hará un hábito poner el foco en lo alentador en lugar de lo descorazonador.
Ahora que ya sabes cómo pararte en el lado luminoso de la vida, toma ese papel y haz tus propósitos para el 2024.
Amiga, amigo, te deseo una entrada al nuevo año triunfal. Que el soplo de los nuevos (y buenos) tiempos te despeine un poco y te haga sonreír como un niño.
Un abrazo y un brindis,
Ankor
Foto: Marc-Olivier Jodoin en Unsplash
Excelente tu perspectiva y visión, hay que poner manos a la obra y no quedarnos detenidos, así cómo tampoco permitir que ésta nueva realidad nos saque de foco y contexto, hay que adaptarse y buscar nuevas formas o maneras de enfrentar los cambios…. gracias por compartir éste artículo 🙏
¡Hola!
Gracias por tus palabras! Estoy totalmente de acuerdo contigo. Es fundamental poner manos a la obra, no quedarnos detenidos y no permitir que esta nueva realidad nos saque de foco y contexto. Adaptarnos y buscar nuevas formas de enfrentar los cambios es clave para avanzar.
Gracias por tomarte el tiempo de leer y compartir tus pensamientos. 🙏
Un abrazo.